CARACTERISTICAS DE UN BUEN ESCAPARATE:
Un buen escaparate no solo beneficia la imagen del comercio y su caudal de ventas, sino que contribuye a la estética general de la ciudad donde se ubica, produciendo una satisfacción visual al transeúnte.
Un buen escaparate exige imaginación, dinamismo e intención.
Una exigencia imperativa que condiciona y obliga al espacio de exposición exterior es la necesidad de renovar periódicamente el montaje, cambiando los artículos exhibidos o adaptándolos a nuevas disposiciones que mantengan el interés y la curiosidad del público que agradece los cambios que despiertan y atraen su atención.
Debe ser siempre una novedad en sí mismo a fin de sorprender positivamente, sin olvidar que el propósito fundamental es estimular la venta cuidando, por tanto, no caer en propuestas excesivamente artísticas que olviden la finalidad comercial o la releguen a un segundo plano.
La vida de un escaparate es breve y demorarla en exceso conduce de la sorpresa y agrado inicial a la indiferencia y desinterés más absolutos.
El secreto del atractivo de un escaparate consiste en la capacidad de mantener viva la novedad de su imagen, el problema radica en saber establecer los intervalos periódicos convenientes en cada caso para obtener su máximo rendimiento. Normalmente, cuando se trata del escaparate de una tienda situada en una zona muy transitada, el montaje puede mantener su novedad durante un periodo máximo de 3 meses, mientras que en las zonas residenciales, donde el tránsito es menor y la gente suele ser siempre la misma, el periodo se reduce a una semana.
· VISIBILIDAD: Cuanto mayor sea la perspectiva y el ángulo visual posible, mejor.
· DIMESIONES: Cuanto mayor sea su dimensión horizontal, mayor deberá ser la distancia o fondo de que disponga un transeúnte para observarlo correctamente, y viceversa. Un escaparate puede ser:
1. BIDIMENSIONAL: por su carácter plano o poco profundo, por ejemplo, un escaparate de 20 cm de fondo prácticamente carece de visión lateral.
2. TRIDIMENSIONAL: gracias a la amplitud de sus medidas de profundidad. Escaparate de 2 m de fondo, en él se tiene la evidencia de la tridimensionalidad de los objetos que contiene.
El recurso a una visión bidimensional siempre es posible recurriendo a alejar el objeto o bien manipulando la percepción del mismo a través de la iluminación.
· ALTURAS Y DISTANCIAS: Un escaparate cuya visibilidad no sea óptima disgusta al espectador, provocando rechazo y puede ser un elemento ahuyentador en lugar de atractivo.
Para los indicadores de precio, carteles y demás información escrita, la distancia óptima dependerá de este dato: “La distancia a la que el ojo distingue bien un texto de letra pequeña es de 18 a 35 cm. Para que un cartelito de texto sea legible a 10 m, habrá de tener su letra un grueso mínimo de 3 cm y quintuplica esa medida en su altura.”
Los objetos pequeños son visibles en su detalle a una distancia de 35 a 75 cm. Un mueble, maniquí o similar a la de 2 a 4 m (tabla de tamaños idóneos del apartado Tipos de escaparates).
· COHERENCIA: Sencillez y armonía, procurando que ninguno de los factores implicados engulla a los demás por un exceso de protagonismo o intensidad. Los elementos que condicionan la imagen de un comercio son: Puerta, emblema o logotipo, carteles luminosos, recursos decorativos exteriores, iluminación exterior y escaparates. Todos estos elementos deben guardar una coherencia entre sí.
· TRATAMIENTO DEL ESPACIO: La magnitud de los artículos a exponer debe guardar proporción con el espacio de que dispone el escaparate: Todo elemento debe ubicarse en un espacio que le sea suficiente, tanto por proporción como por composición. Si no es así, el escaparate quedaría excesivamente recargado y marearíamos al espectador al tener que recibir de un golpe de vista demasiados objetos, como consecuencia de esto, no recordaría ninguno.
· FOCALIZACION: Significa situar, definir y separar un artículo de los demás, creándole su propio espacio de promoción. La situación del escaparate respecto al punto de vista del espectador es muy importante, cada gama de productos comparte unas características de tamaño que conllevan el ser situadas a una determinada altura para su perfecta apreciación por el consumidor. Un escaparate debería diseñarse en función de los artículos que vaya a contener. Es obvio que muchísimos establecimientos no se dedican a aquello para lo que fueron concebidos, los espacios no siempre responden al artículo que contienen. Eje: Las joyerías requieren poco espacio, Pero la situación de los artículos tiene que ser en vitrinas altas o baldas y si es posible despegados del suelo para una mayor apreciación. La mejor posición es a la altura de la vista.
· UBICACIÓN: El escaparate debe verse con facilidad y ser un lugar de paso obligado. Un escaparate es un mensaje y su eficacia dependerá de que haya receptores para leerlo.
Dentro del escaparate cada objeto requiere de un espacio mínimo para ser exhibido en plenitud de facultades sin que quede escondido o distraiga la atención y no pueda distinguirse en su singularidad.
Al hablar del espacio hablamos también de la distancia entre los objetos e incluso de los límites de la vitrina en relación con la claridad de definición del objeto.
El escaparate debe llamar la atención y despertar admiración, transmitir la máxima información sobre el artículo para que este sea comprendido con exactitud y así provocar la compra. El artículo debe estar integrado perfectamente en el espacio del escaparate, resaltar elocuentemente y debe ser presentado de forma clara y directa.
Los objetivos del escaparate son resultar IMPACTANTE, CLARO Y DIRECTO.
Es fundamental el proceso de SELECCIÓN, COLOCACION Y AMBIENTACION de un escaparate, a través de él, podemos seleccionar al público y el tipo de venta que se pretende abordar.
Las dos aplicaciones más usuales de un escaparate son:
1. PROMOCION DE ARTICULOS: Se basa en mostrar las cualidades más llamativas del producto y evidenciar sus aplicaciones, creando nuevas necesidades que lo hagan deseable.
2. RECLAMO PUBLICITARIO: Debe de tener una coherencia y el escaparate debe ser reflejo de ello. Adaptar los complementos publicitarios al espacio real para lograr un efecto amplificador de la promoción, beneficiando al fabricante y al comerciante.
· UNIDAD: En el montaje y disposición del escaparate. Debe basarse en:
1. La idea del argumento visual que se pretende desarrollar, la cual estará supeditada a las exigencias del producto potencialmente promocionable y de la clientela a la que se quiere seducir.
2. Todo el montaje vendrá condicionado por la estructura y características del escaparate sobre el que se tiene que actuar. En este sentido siempre hay que tener en cuenta que éste es un escenario y como tal su espacio es manipulable por medio de soportes y accesorios adecuados a su transformación; así, cada uno de los objetos presentes en él, debe estar situado en el lugar más conveniente en función de la unidad del conjunto.
3. El conjunto expositivo debe estar equilibrado, sea simétrica o asimétricamente, en función de la intención y/o el producto.
4. La unidad del conjunto no implica la homogeneidad visual.
· ORGANIZACIÓN: Y orden. La acertada organización de los elementos de un espacio de exposición refleja con claridad la intención del mismo y facilita la comparación de los artículos expuestos y su selección por parte del consumidor, da sensación de racionalidad en el montaje y nitidez de la imagen propuesta por el conjunto. La organización da una idea del establecimiento que se traduce en una imagen de empresa competente y calidad de servicio y atención al cliente.
Psicológicamente, facilita que el transeúnte pueda verse motivado a detenerse gracias a la captación rápida y clara de cualquier aspecto presente en su campo de interés, aunque en aquel momento no vaya en su búsqueda.
Prescindir de una buena organización dispersa la atención, da una imagen poco sería del establecimiento y convierte en un aglomerado informe, mudo y con apariencias de provisionalidad.
La organización debe regirse por dos puntos de referencia:
1. Los principios de la composición artística, especialmente de las artes plásticas.
2. Los principios de las mas avanzadas y fiables técnicas de venta experimentalmente comprobadas, así como fundamentadas psicológicamente.
